¿QUIÉN
CREÍAS QUE ERA YO?
Creías
que era la dulce muchacha de las horas azules, y el ángel que vagaba
tras de ti, mas no viste las llagas de mis manos ni las horribles
cicatrices de mi piel, ni las lágrimas que asomaban en mis ojos cada
triste mañana en que volvía a descubrir los hilos de seda y oro que
tejían mi red.
No hay comentarios:
Publicar un comentario